miércoles, 20 de agosto de 2008

Ahí nomás



Me acorraló a dos cuadras de mi casa.
Me miró a los ojos, no habló, sólo miró.
Las manos me comenzaron a temblar.
Inmóvil, cerré los ojos... y crucé la calle.
Por segundos viví en otro mundo
todavía más oscuro que este; y me pregunté:
¿Qué causa todo esto?
¿A dónde quiere que llegue?
¿A dónde llegué?
Un bosinazo me abrió los ojos.
Estaba aturdida, había regresado.
En cuando me descuidé... temblaba...
desde la punta de mis pies, hasta el mas alto cabello.
Inconcientemente, corrí... entré en mi casa
Para cuando reaccioné, ya estaba en el piso... lloraba.
Mirando el techo sin encontrar el cielo,
el color se me habia ido, estaba fria...
No podía mirar, el corazón palpitaba fuerte... inconteniblemente.
Quise hablar, no pude. Quise respirar... pude, con dificultad, pero pude.
Te llamé pensandote... no respondiste.
Por primera y no última vez... me atrapó,
dos cuadras antes de mi casa, mirandome fijo a los ojos.