viernes, 30 de mayo de 2008






Hoy descubrí el poder de la sonrisa y lo tan contagiosa que puede llegar a ser.
Caminando por la calle, simplemente sonriendo, venía hacia a mí el ser completamente desconocido que iba a alegrar mi viernes mañanero con una simple acción... sonreír.
Siete o'clock at the matina, y el individuo sin ninguna otra preocupación que comer un alfajor, venía sonriendo lo más campante, con un camperón que lo hacia parecer mucho mas abultado de lo que parecía, unos guantes de un beige un tanto gastado, pelo oscuro, mirada profunda. Venía, sólo eso, con la simple acción de sonreír. Luego de darle un segundo o tercer bocado al alfajor, ahí lo encontré yo, dormida, caminando y con frío. Él solamente sonreía y lo vi, vi su sonrisa y auto máticamente me hiso sonreír a mí. Pasé de estar en neutro, a tener una sonrisa... Hoy descubrí que tan contagiosa es una sonrisa, qué tan bien te puede hacer y qué tan bien le puede hacer a otra persona. Asique.. a sonreír, como una cadena de favores interminables, vos sonreís y hacés sonreír a otro que a su vez ... va a hacer sonreír a otra persona.

No hay comentarios.: